Latino preside la Asamblea estatal
Vincent Prieto se convirtió en el segundo legislador de origen cubano en presidir la Asamblea legislativa de Nueva Jersey, cargo al que llega dispuesto a investigar a fondo posibles malas prácticas en la oficina del gobernador Chris Christie.
Prieto, de 53 años y que sustituye a Sheila Oliver, liderará un cuerpo de mayoría demócrata compuesto por 80 miembros, en momentos en que Nueva Jersey afronta uno de sus mayores escándalos por las consecuencias del cierre de dos carriles del puente George Washington, en lo que ya se conoce como el “Bridgegate”.
El legislador, que nació en Cuba y llegó a Nueva Jersey a los diez años junto a su madre Inés, dijo que nunca se había interesado en la política hasta que le pidieron que representara al distrito 32, compuesto por varios condados de gran población latina como Bergen, con 71,89 % de hispanos, West New York, con el 83,42 %.
“Trabajaba en el gobierno local (como inspector de edificios) por varios años y me preguntaron si tenía interés. Nunca había buscado la política. Básicamente la política me buscó a mi”, recordó el legislador, que ocupa el cargo en el que se desempeñó el también cubano, y ahora congresista Albio Sires entre 2002 y 2005.
“Cuando llegué me gustó y me he podido desarrollar hasta llegar al punto en que estoy”, agregó Prieto, cuyas prioridades incluyen reducir los impuestos a la propiedad en Nueva Jersey, los más altos en la nación, luchar contra la pobreza, recuperar las escuelas vocacionales sin olvidar a los estudiantes indocumentados.
Aseguró que en su carrera en la política no olvida el mejor consejo que le dio su madre: educarse, tener palabra y trabajar. “Para ella era muy importante educarse. Quería que tuviera buena educación para un buen porvenir, el llamado sueño americano. Ella tenía una educación básica y por eso era importante que yo me educara”, indicó.
Prieto nació en Cuba en 1960 donde vivió los primeros diez años de su vida, “quizás los más difíciles de la isla” de donde su madre, que cosía tabaco, logró sacarle, tras lo cual se establecieron en Union City, donde vivían su abuela y un tío.
“Mi madre me dijo que tuviera palabra y que trabajara, y por eso mi ética es trabajar y quedar bien. Es una de las cosas que siempre trato de hacer todos los días”, dijo para agregar que a muchas personas no le gusta su honestidad, “pero prefiero que sepan si es sí o no, y no darles falsas esperanzas”.
Aún así, señala su disposición a buscar puntos de acuerdo: “siempre se puede negociar qué es lo que se hace con la legislación y llegar a un punto en que todos estén contentos”.
Recordó que lo más difícil, como para muchos inmigrantes, fue aprender el idioma, y que pudieron salir adelante con los diversos trabajos domésticos que tuvo su madre.
Prieto dijo además que una prioridad en su agenda es crear un comité de expertos para evaluar la experiencia de otros estados que pagan menos impuesto a la propiedad, que en los últimos cuatro años han subido un 20% en Nueva Jersey. “La clase media y los pobres están hasta el cuello. Necesitamos analizar cómo les podemos dar un alivio”, argumentó Prieto, cuya agenda incluye además luchar contra la pobreza, ya que según el Censo hasta 1,35 millones de residentes del estado son pobres.
La educación ocupa otro lugar importante. Prieto quiere que los estudiantes tengan la opción de los programas vocacionales que les preparan en profesiones como plomeros, electricistas, trabajos de construcción, entre otros, y que han sido eliminados de muchas escuelas. “No todos los estudiantes están preparados para ir a una universidad. Pueden prepararse en estos trabajos, tener buenas carreras y ser residentes productivos en lugar de ser parte de la estadísticas de la pobreza”, argumentó.