“Peregrinos” presionan a congresistas

Inmigrantes hispanos de Nueva Jersey junto a clérigos y activistas comunitarios y sindicales marcharon a los largo de 130 millas, bajo el inclemente frío, desde Camden hasta Freehold, para llamar la atención sobre la necesidad de que sea aprobada la reforma migratoria este año.

Los “Peregrinos por la Ciudadanía”, como se llamó la marcha organizada por PICO (People Improving Communities through Organizing) recorrió cuatro distritos electorales representados por congresistas republicanos, a quienes le pidieron que apoyen la reforma migratoria en el Congreso.

En Freehold, los peregrinos pararon en la oficina del congresista Chris Smith, donde dejaron decenas de imágenes de “corazones rotos” con el nombre de personas y familias separadas por las deportaciones. Los nombres fueron escritos en su mayoría por niños hispanos, cuyos padres han sido deportados o quienes viven bajo el temor de que sus padres sean deportados.

La mexicana Eufrasia, quien caminó durante la peregrinación junto a sus hijos, dijo que su familia es un ejemplo de la crueldad de las actuales leyes de inmigración.

“Mi esposo que tenía 10 años viviendo aquí fue arrestado y deportado a México, y mis cuatro hijos se quedaron sin padre, por eso estamos marchando”, relato la mexicana.

Por su parte, Lorena Castaño, afirmó que ha caminado durante más de cien millas por su primo, Hernán Quintero, y por todos los indocumentados que sólo vienen a este país a trabajar.

Castaño relató que su primo, pese a no contar con documentos, abrió un negocio de lavado de carros en donde daba empleo a cuatro personas más. Recientemente fue detenido por las autoridades y pudiera ser deportado en cualquier momento.

En Freehold los “Peregrinos” fueron recibidos por un nutrido grupo de miembros de Casa Freehold, dirigido por la activista Rita Dentino.

Dentino señaló que a las insistentes llamadas a la oficina del congresista Smith pidiéndole que apoye la ley de Reforma Migratoria, personal del legislador le respondieron que “la reforma estaba muerta por este año”.

“La reforma no está muerta, aquí seguimos once millones de personas esperando que los Congresistas hagan su trabajo, ya basta de separar a las familias con las deportaciones”, señaló Dentino.

Carlos Rojas, miembro de PICO, afirmó que el congresista Smith dice ser un defensor de los derechos humanos, pero a la hora de tratar el tema de los inmigrantes indocumentados, pareciera no considerarlos a estos humanos.

Por su parte, el Fraile Jud Weiksnar, de la Diosesis de Camden, hizo un llamado al congresista para que apoye la ley en concordancia con sus creencias cristianas que profesa.

La oficina del Congresista Smith se encontraba cerrada durante la manifestación. Los peregrinos dejaron los mensajes con los corazones y nombres de los deportados en las paredes de la oficina.

Esta peregrinación de nueve días también visitó las oficinas de los congresistas Frank LoBiondo y Jon Runyan, ambos republicanos, a quienes también instaron a apoyar la reforma migratoria.