Enrique Sanz, la imagen de la integridad dentro de la Concacaf

Con apenas 38 años cumplidos, Enrique Sanz, un colombiano-estadounidense, se convertía en el secretario general más joven en la historia de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Fútbol (CONCACAF).



Su misión y objetivo conseguir darle a la “cuestionada” organización regional de fútbol una nueva proyección de modernidad en su desarrollo y sobre todo crear una verdadera imagen de integridad y credibilidad que había quedado en entredicho por la gestión que desarrolló su expresidente, el trinitario Jack Warner.



Sanz, que se formó y se graduó de Marketing y Publicidad en el Politécnico Grancolombiano de Medellín y realizó un Máster en la Universidad de Nueva York, vivió desde que era niño su pasión por el fútbol con el que siempre estuvo relacionado en su carrera profesional hasta que vio que su trayectoria le hizo merecedor de la confianza del nuevo presidente de la CONCACAF, Jeffrey Webb, que lo nombró como secretario general y hombre de confianza.



A sus 38 años, el 25 de julio del 2012 se convertía en el hispano con mayor responsabilidad dentro de la CONCACAF y con la misión de modernizar una organización que estaba en el punto de mira de todos por su poca adaptación a los tiempos modernos y especialmente por las denuncias permanentes de “corrupción”, que afectaban a la propia cabeza directiva.



De ahí que cuando Webb explicó el motivo por el cual había elegido a Sanz al cargo de secretario general de la CONCACAF, su argumentó fue tajante al decir que se trataba de “un profesional competente e íntegro que pondrá en marcha nuestro plan de reformas”.



El comité ejecutivo de la CONCACAF no dudó ni un instante de la valía de Sanz y aprobó por unanimidad su nombramiento como secretario general.

Un año después, Sanz reconoció que la labor de todo el equipo de la CONCACAF se ha hecho sentir, con resultados esperanzadores tanto en el desarrollo del fútbol de base como en los logros a nivel de selecciones en torneo como la Copa Oro y sobre todo en la “transparencia” que se ha logrado en cuanto a la gestión de la organización.



“No es un proceso fácil, se necesita un gran esfuerzo y trabajo, pero creo que hemos establecido la integridad como nuestro lema de acción y se ha dado la vuelta a la página en la historia de la CONCACAF, donde queremos también reconstruir la organización y desarrollar al máximo el fútbol en la región”, destacó Sanz.



El joven directivo hispano aseguró que tiene por delante muchos retos que conseguir, pero que también ha demostrado que se ha trabajo con honestidad y profesionalidad desde que accedió al cargo y ahora dentro de la CONCACAF se trabaja para las federaciones, los equipos y las selecciones, que son los que realmente importan.



“Nuetro lema de trabajo es que los retos que se nos presentan se conviertan en oportunidades y eso es lo que hace que el futuro de la CONCACAF y de su fútbol tenga una proyección brillante”, destacó agregando que “la base de todo está en el trabajo duro que hay que hacer de forma permanente”.



Sanz está convencido que la CONCACAF es mucho más transparente que cuando llegó al cargo hace más de un año, no busca tener enemigos sino personas que se unan al mismo proyecto de trabajo y tengan la visión de modernidad, desarrollo y como no también de negocio y espectáculo.



“Soy una persona que vengo del deporte, primero como jugador profesional de squash, creo que tengo una mezcla de mi lado deportista, tengo una mezcla del lado de negocios”, explicó Sanz. “Pero también con un tema muy fuerte hacia armar los eventos que no son únicamente deportes, sino que son entretenimiento”, detalló.



Sanz entiende que hay que cuidar la experiencia del aficionado desde que compra la entrada hasta que llega al estadio, tener su estacionamiento, hasta que tiene su asiento.



“En el fondo el deporte también se trata de entretenimiento, y obviamente con muy buen fútbol, que es lo más importante para nosotros y en lo que estamos trabajando muy duro”, subrayó Sanz.



“El camino es muy largo pero debemos seguir invirtiendo en nuestra región para consolidar la importancia del deporte del fútbol y ponerlo al más alto nivel dentro de mundo”.



Como inmigrante, Sanz también es consciente de la gran importancia que tiene el fútbol entre los hispanos y la gran aportación que han hecho para su desarrollo, de ahí que también desea que la comunidad progrese en todos los aspectos, aunque su labor se ciña al apartado deportivo.



“Estamos en el fútbol no en política, pero Estados Unidos siempre ha sido un país hecho por inmigrantes y obviamente esa es la historia, yo soy inmigrante, muy agradecido con lo que me ha ofrecido y obviamente las oportunidades de crecimiento se dan por medio de trabajo fuerte que demuestre toda la valía que tiene nuestra comunidad hispana a la que me siento orgulloso de pertenecer”, concluyó.