Trump promueve una reforma de la migración legal basada en «mérito»
El presidente, Donald Trump, presentó un plan con el que busca aportar más fondos al muro en la frontera con México e imponer barreras de idioma y conocimientos a los inmigrantes legales, para basar su llegada al país más en el «mérito» profesional y menos en sus lazos familiares.
Después de varios intentos fallidos de reforma migratoria en sus dos primeros años de mandato, Trump ha decidido centrarse en rediseñar solo el sistema de inmigración legal, sin abordar la situación de los 11 millones de indocumentados que hay en el país ni el limbo en el que se encuentran los jóvenes llamados «soñadores».
Esa delimitación busca granjear más apoyos republicanos a la propuesta que Trump promueve y en la que su yerno Jared Kushner lleva meses trabajando, pero no está claro que la oposición demócrata esté dispuesta a respaldar un proyecto de ley que no haga frente a la situación de los indocumentados.
«Nuestro objetivo a corto plazo es dejar claro lo que quiere incluir el presidente en una reforma migratoria, y ver si el Partido Republicano puede unirse» para respaldar esa propuesta, dijo hoy un alto funcionario estadounidense, que pidió el anonimato, en un encuentro en la Casa Blanca con un grupo de medios, entre ellos Efe.
El plan mantendría intacto el número de permisos de residencia permanente -conocidos como «tarjetas verdes»- que concede el país cada año, y que en 2017 se otorgaron a 1,1 millón de personas.
Pero, si el Congreso aprobara la propuesta, esos permisos empezarían a adjudicarse mayoritariamente por razones relacionadas con la especialización profesional o el nivel educativo de los inmigrantes, y no tanto por razones familiares o humanitarias, explicó la fuente.
Para lograrlo, el país sometería a los inmigrantes que busquen una vía a la ciudadanía a una prueba de «civismo» y juzgaría su «mérito» en función de varios criterios, entre ellos su nivel de inglés, su edad o si tienen una oferta de empleo.
Aunque en el país no hay un idioma oficial, la Casa Blanca cree que quienes aspiren a lograr una «tarjeta verde» deberían dominar esa lengua de uso mayoritario, y niega que ese filtro busque excluir a inmigrantes de Latinoamérica o África.
«Hay gente en todos los países que habla inglés», zanjó el funcionario.
Trump volvió hoy a relacionar la llegada de inmigrantes indocumentados o menos cualificados con la criminalidad, a pesar de que no hay datos que respalden esa afirmación.
«No creo que la mayoría de los países nos estén enviando a sus mejores ciudadanos. Eso es lo que está pasando, y nos está causando problemas enormes en términos de crimen», afirmó Trump en un discurso ante familiares de policías fallecidos.
En concreto, su plan pretende aumentar del 12 % actual al 57 % la proporción de inmigrantes que obtienen la residencia permanente debido a su talento, sus estudios o su trabajo, mientras se rebaja del 66 % al 33 % a quienes logran ese estatus por lazos familiares.
También busca reducir del 22 % actual al 10 % el volumen de personas que obtienen la llamada «tarjeta verde» por razones humanitarias o de promoción de la diversidad.
El proyecto acabaría con la «lotería de visados para la diversidad», un programa de 1990 que asigna aleatoriamente hasta 50.000 visados al año para los ciudadanos de países que tradicionalmente tienen bajas tasas de inmigración a Estados Unidos, y que beneficia sobre todo a africanos.
El citado funcionario aseguró que el nuevo sistema fomentaría una procedencia aún más diversa de los inmigrantes que la lotería, aunque no explicó cómo.
También afirmó que el plan «crearía un proceso acelerado» para resolver los reclamos de asilo «legítimos», sin dar más detalles. La Casa Blanca lleva meses examinando formas de limitar la capacidad de los indocumentados, en su mayoría centroamericanos, de pedir refugio al llegar a la frontera con México.
Está por ver, sin embargo, que el plan pueda conseguir algún voto de la oposición demócrata, y al menos una senadora republicana, Susan Collins, ya ha mostrado su escepticismo ante un plan que no soluciona la situación de los «soñadores», indocumentados que llegaron al país cuando eran niños.
Excluyen del plan el tema de «soñadores»
La Casa Blanca afirmó que la cuestión de solucionar la situación de los jóvenes indocumentados conocidos como «soñadores» es demasiado polémica y por eso está fuera de su nuevo plan migratorio, a pesar de que el 83 % de los estadounidenses respalda que se les conceda una vía a la ciudadanía.
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, justificó así la decisión del presidente, Donald Trump, de no abordar la situación de los indocumentados en el país, incluidos aquellos que llegaron cuando eran niños y a los que se conoce como «soñadores», dentro de la propuesta sobre inmigración.
«Cada vez que hemos presentado o que alguien ha presentado cualquier plan de inmigración y ha incluido DACA (el programa que protegía a los «soñadores»), ha fracasado. Es un tema que genera divisiones», dijo Sanders en declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca.
La portavoz se pronunció así a pesar de que el 83 % de los estadounidenses respalda la idea de otorgar una vía a la ciudadanía a esos jóvenes indocumentados, según una encuesta de 2018 de la consultora Gallup.
Trump acabó en 2017 con el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por su sigla en inglés), creado en 2012 por el expresidente Barack Obama y que concedía a los «soñadores» una garantía de no deportación y un permiso de trabajo mientras estuvieran inscritos en la medida.
El mandatario pidió entonces al Congreso que sustituyera ese programa ejecutivo por una versión legislativa para proteger de la deportación a los «soñadores», pero no ha habido avances desde entonces.
El año pasado, Trump propuso otorgar una solución migratoria temporal a miles de «soñadores», pero lo condicionó a la aprobación de más fondos para el muro que quiere construir en la frontera con México y a cambios en el sistema de inmigración legal, dos requisitos que la oposición demócrata consideró inaceptables.
El Congreso recibió en marzo una nueva propuesta de ley bipartidista para otorgar una vía a la ciudadanía a parte de los «soñadores», de los que algunos han podido seguir renovando sus permisos bajo DACA gracias a la decisión de dos tribunales.