Andy Ruiz Jr., el hijo de la frontera que hizo realidad sus sueños
Ana Milena Varón / EFEUSA
A sus 29 años, el boxeador Andy Ruiz Jr. está viviendo uno de los momentos más anhelados de su vida, coronarse campeón mundial de peso pesado, y hacerlo bajo la bandera de un país que no lo vio nacer pero que hoy lo recibe como uno de sus hijos más queridos: México.
El boxeador partió desde Los Ángeles hacia la capital mexicana para encontrarse con el presidente Andrés Manuel López Obrador y presentarle el título de campeón mundial de peso completo de las versiones Federación Internacional de Boxeo (FIB), Asociación Mudial (AMB) y Organización Mundial (OMB).
“Estoy más bien nervioso de ir a hablar con el presidente y feliz al mismo tiempo”, dijo Ruiz Jr. en entrevista minutos antes de partir.
“Bien orgulloso porque cumplí mis sueños y por mi país” agregó.
“Es todo un personaje, viene de abajo. Es producto del esfuerzo, del sacrificio, la lucha de muchos mexicanos; demuestra lo que vale la perseverancia, la terquedad. Lo pueden tirar a uno y se tiene que levantar hasta que se triunfa, es eso lo que hizo mi tocayo”, dijo el presidente Manuel Lopez Obrador a través de un video durante la entrevista con Ruiz Jr.
Para reconocer la hazaña deportiva y la carrera de Ruiz, López Obrador le obsequió un billete de 500 pesos (unos 26 dólares) conmemorativo del Banco de México, con fecha de impresión del 1 de julio del 2018, día en que se llevaron las elecciones en las que salió triunfador y que además tiene escritas las letras A y R, las iniciales del monarca.
En su turno, Ruiz, de 29 años, campeón de peso completo de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), Asociación Mundial (AMB) y Organización Mundial de Boxeo (OMB), le entregó a López Obrador una copia de unos de sus cinturones además de unos guantes dorados con su firma.
Cuando Andy Ruiz se refiere a “mi país” el campeón mundial no habla de Estados Unidos, donde nació, creció y vive con su familia. Él habla de México, la nación en la que se entrenó desde los seis años y a la que representó en dos eliminatorias rumbo a los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
El tatuaje en el brazo derecho que dice “Hecho en México” ratifica la lealtad de este hombre al país que su papá le enseñó a amar.
“Si uno es mexicano, uno le inculca a sus hijos que ellos también lo son, no importa dónde hayan nacido”, dijo Andrés Ruiz, padre del boxeador.
Esta fidelidad incluso puso a tambalear el mismo título de campeón mundial, el primero que ostenta un mexicano en la categoría de peso completo.
“Estábamos muy enojados en el camerino porque no querían poner el himno nacional mexicano en mi entrada, entonces mi papá dijo que no había pelea, entonces pusieron el himno” cuenta Ruiz Jr.
Así como defiende el hecho de ser mexicano, el campeón acepta que él no tiene la última palabra. En esta familia la voz del padre tiene mucho valor, al igual que la de la mamá.
“Siempre estuvimos en todas sus peleas, si yo o la mamá, (Felicita Ruiz) no estábamos acompañándolo, él se sentía mal”, explica Ruiz padre.
Está tradición de seguir los consejos de la familia es la que ha marcado la vida del campeón. Y es que el boxeador le debe el amor al deporte a su abuelo, don José Ruiz, quién entrenaba boxeadores en Mexicali, una ciudad fronteriza con California.
Don José quiso que alguno de sus hijos fuera boxeador pero cuando emigró y pasó la frontera norte, los sueños se fueron desvaneciendo, ya no había acceso a los gimnasios.
Luego de legalizarse, los hijos de don José no olvidaron el sueño. Así fue como Ruiz padre puso a su hijo en la ruta de ser campeón.
“Yo quería que fuera como Rocky, y le decía no importa lo que digan, tu síguele”, recuerda el padre del campeón.
Como un niño obediente, Ruiz Jr. siguió las instrucciones y los consejos, aunque le costara un poco.
“A los seis años yo quería estar con mis amigos jugando pero me tocaba hacer caso a mi papá y comencé a boxear,” recuerda Ruiz Jr.
Ahora cuando ve la frontera que su padre pasó una y otra vez con él, Ruiz Jr. corrobora que los padres hacen todo por sus hijos, y comprende porqué tantos están llegando a buscar una mejor vida para sus retoños.
“La frontera ha cambiado mucho, hay mucha gente batallando, muchos niños y me gustaría hacer algo, quisiera ayudarles, y decirles que aunque les digan que no, que luchen, que sí se puede”, explicó el campeón.
Esa es otra lección que Ruiz Jr. ha aprendido muy bien. A pesar de tener un récord casi impecable, las apuestas el pasado primero de junio estaban contra él.Muy pocos pensaron que podría arrebatarle los cinturones al inglés Anthony Joshua, quién ya pidió la revancha, y por la que la esquina del boxeador mexicano podría estar pidiendo al menos “50 millones de dólares”, confirmó Ruiz Padre.