El joven talento latinoamericano se hace sentir en Grandes Ligas
La llamada de las ligas menores de seis peloteros latinoamericanos novatos en lo que va de temporada ha permitido que sus equipos principales mejorasen en el rendimiento y sean mucho más competitivos dentro de las Grandes Ligas.
Los primeros que se decidieron por el talento latino que hay en su ligas menores fueron los Yanquis de Nueva York, quienes subieron al tercera base colombiano Gio Urshela, que se ha convergido en un titular indiscutible con .817 de OPS y cinco cuadrangulares en 59 partidos que lleva disputados con el primer equipo.
El colombiano de 27 años ha sido una de las mayores historias de éxito inesperadas este año en la Gran Carpa.
Adquirido por los Yanquis mediante un pacto de liga menor para darle profundidad al roster del club, Urshela recibió el llamado de los Bombarderos del Bronx cuando el dominicano Miguel Andújar se lesionó y desde entonces ha exhibido una sólida ofensiva y un guante con calibre de Guante de Oro en la antesala.
Sin tener en cuenta la pobre salida que protagonizó ante los Rojos de Cincinnati, el abridor panameño Ariel Jurado, ha sido decisivo en el resurgir de los Vigilantes de Texas con una gran labor desde el montículo.
Jurado, de 23 años, había acumulado cuatro aperturas de calidad de manera consecutiva desde que fue integrado a la rotación de los Vigilantes y dado al equipo de Texas un poco más de confianza para pensar que podrían convertirse en serios contendientes a octubre en el 2019.
Desde que llegó a los Vigilantes Jurado tiene tres triunfos con 4.23 de promedio de efectividad y 7.3 ponches en los 15 partidos que llevaba con el primer equipo.
El poder del bate del tercera base dominicano Vladimir Guerrero Jr. se hizo sentir de inmediato en la ofensiva de los Azulejos de Toronto como lo demuestran los siete cuadrangulares que ya tiene en su poder en apenas 41 partidos y .784 de promedio de embasado.
Guerrero Jr., de 20 años, hijo del Salón de la Fama del mismo nombre es uno de los jugadores más talentosos que hayan visto en mucho tiempo.
Los expertos y especialistas en la búsqueda y desarrollo de talento, consideran que el joven toletero dominicano se convertirá en una superestrella.
Otro joven talento hijo de un exprofesional en las mayores, el campo corto Fernando Tatis Jr., que juega con los Padres de San Diego, confirmó a su llegada a las Grandes Ligas que tiene por delante un potencial increíble, en la misma dimensión que la de Guerrero Jr., su compatriota.
Tatis Jr., de 20 años, llegó a la Gran Carpa etiquetado como un joven talento de lujo y su transición ha sido impecable. Su defensa en el campo corto ha sido una sorpresa agradable y está llamado a ser una gran estrella como lo demuestra que en los 36 partidos que ha disputado con los Padres ya tiene ocho cuadrangulares y nada menos que un .997 de promedio de embasado.
Diferente historia es la del veterano lanzador, el venezolano Jairo Díaz, quien a sus 28 años, tiene la oportunidad de mostrar todo el poder que hay en su recta al recibir la oportunidad de los Rockies de Colorado de salir al montículo como relevista.
Díaz, en los 13 partidos que ha jugado tiene marca de 1-1 y 5.40 de promedio de efectividad, mientras que su recta puede alcanzar las 100 millas por hora (161 kilómetros).
Las lesiones y una tragedia personal le han presentado enormes retos. Cuando el lanzador Wade Davis fue enviado a la lista de lesionados, Díaz recibió su oportunidad y mayormente la ha sabido aprovechar, adueñándose del papel de la séptima entrada para el dirigente de los Rockies, Bud Black.
Otro lanzador, este es el joven dominicano Framber Valdez, de 25 años, se ha erigido en el serpentinero que le da mayor profundidad al bullpen de los Astros de Houston después de tener marca de 3-2 y 2.77 de promedio de efectividad, con 36 ponches, en 16 partidos que ha disputado.
El dominicano le agregó profundidad a uno de los cuerpos de relevistas más sólidos y completos de Grandes Ligas, y luego cuando los Astros necesitaban entradas, el derecho lanzó cuatro episodios en blanco en labor de relevo y posteriormente dominó a los Orioles en siete entradas en su debut como abridor en la Gran Carpa.