Los matrimonios interraciales aumentan
Los matrimonios interraciales no han dejado de aumentar en Estados Unidos desde que hace 50 años el Tribunal Supremo los autorizase y ya son el 17 % de las uniones nuevas anuales, según un estudio del Centro Pew.
En 1967 el matrimonio de Richard (blanco) y Mildred (afroamericana) Loving consiguieron vencer al estado de Virginia en el Tribunal Supremo y acabar con las leyes que prohibían el matrimonio interracial, que por aquel entonces no se daba más que en el 3 % de todos los casamientos.
Desde entonces, los matrimonios de cónyuges de distintas razas se han quintuplicado y en 2015 representaron casi uno de cada cinco, según el estudio del Centro Pew.
No obstante, en las ciudades se dan más matrimonios mixtos (18 %) frente a las zonas rurales, donde el porcentaje baja al 11 %.
La incidencia más baja en matrimonios de personas de distinta raza ocurre en estados del sur como Luisiana, Alabama, Misisipi o Georgia, donde la segregación entre blancos y personas de color estuvo más enrraizada en la sociedad. Por el contrario, en zonas como Honolulu (Hawai), el 42 % de los matrimonios de 2015 fueron entre personas de distinta raza.
La importante presencia hispana y de otras razas hace que el índice de nuevos matrimonio interraciales sea alto en ciudades como Las Vegas, en Nevada (31 %); Santa Bárbara, en California (30 %); o Palm Bay, Florida (29 %).
El caso de Palm Bay es significativo porque el alto índice de matrimonios de cónyuges de distintos grupos étnicos se debe a la presencia de bases militares y a que los militares tiene un mayor índice de casamientos mixtos que la población general.
También es destacable el bajo índice de casamientos entre razas en zonas diversas racialmente, con alta concentración de hispanos, negros y blancos, como Jackson (Misisipi) o Birmingham (Alabama), donde se dan muy bajos índices de matrimonios mixtos por la mala aceptación existente entre la población de este tipo de uniones.
En general, el porcentaje de no negros que dice que no se casaría con una persona negra ha caído desde los 90 del 63 % al 14 %, mientras que en el caso de hispanos el porcentaje ha bajada del 21 % a finales de esa década hasta el 9 %.