La población musulmana latina en EE.UU. crece y se organiza

Alicia Pérez / EFEUSA

Los hispanos son uno de los segmentos de mayor crecimiento en Estados Unidos y así lo es también la población musulmana latina, que durante décadas se ha organizado a lo largo del país aunque sin centros de culto específicos para estas comunidades, aunque la situación está cambiando.

Islam In Spanish, la organización que fundó la mezquita de Houston, en Texas, la única de habla hispana del país, se formó precisamente para llenar ese vacío y permitir a los musulmanes latinos tener un espacio para su congregación.

El centro asegura que su labor es la de “compartir públicamente” lo que los latinos musulmanes han encontrado en el islám y cómo les ha ayudado a “transformar” sus vidas.

Fundada en 2001 por el colombiano Jaime Fletcher, quien tras convertirse cambió su nombre a “Mujahid” (luchador o guerrero en árabe), la organización pretende ser una fuente confiable de recursos educativos y multimedia en español sobre el islám que se distribuyen en EE.UU. y en todos los países de habla hispana.

Inaugurado en enero de 2016, el centro cuenta con más de 1.000 musulmanes latinos afiliados y ha logrado asistir a una persona a la semana a abrazar la fe musulmana.

A Evelyn Hernández, nacida en Houston de padres puertorriqueños católicos, la esencia del islám la cautivó hace más de dos años muy a pesar del rechazo inicial que sintió por parte de su familia. “Llegué a un punto en que traté de hacer las cosas en nombre de Dios y al acercarme más a él fue cuando quise ponerme el velo”, relató Hernández, quien actualmente concurre al centro con algunos miembros de su familia.

Otro que ha buscado refugio en esta religión desde hace más de seis años es el mexicano criado en Houston Raúl Sánchez.

“El islám me ha dado paz y principalmente el Corán me impulsa a hacer muchas cosas de bien, como darle a la gente que no tiene, que le des de comer, y que quieras para el prójimo lo mismo que deseas para ti”, subrayó.

Debido a que la Oficina del Censo no proporciona estadísticas sobre religión, las cifras son escasas; no obstante, un estudio realizado en 2007 por el Centro de Investigación Pew estimó que el 10 por ciento de los musulmanes nacidos en Estados Unidos es de origen hispano.

Actualmente se estima, en cifras no oficiales, que hay entre 40.000 y 200.000 musulmanes latinos en todo el país. Fletcher es uno de ellos.

Nacido y criado en Colombia, emigró a los 8 años a Houston, pero, no obstante, después de una adolescencia turbulenta llena de violencia y graves problemas con pandillas, sus padres lo enviaron de nuevo a su país de origen, donde permaneció dos años.

A su regreso a Houston un amigo lo introdujo al islám y meses después se convirtió, apenas meses antes del 11 de septiembre. “Éramos tres los hispanos de unos 150.000 musulmanes en Houston y desde entonces entramos en una labor para educar al latino sobre el islám”, indicó Fletcher.

Al principio, la carencia de una sucursal en español lo obligó a trabajar con su comunidad durante años en diferentes mezquitas (hay más de 100 en Houston, la mayoría árabes, paquistaníes o indonesias), donde dictaba sus clases.

A pesar del esfuerzo, Fletcher se enfrentaba continuamente con la falta de logística, sobre todo idiomática, que acabó con la decisión de producir material audiovisual que empezó a publicar en internet.

“En el islám, uno no trata de dividirse basado en etnias, porque uno como musulmán cree en un solo Dios, y no trata de aislarse solamente por ser latino o ser de una etnia y por eso había que ser muy cuidadoso” en crear el centro, dijo Fletcher.

El recinto del centro también cuenta con un pequeño museo que explica a través de cuadros y leyendas las contribuciones y logros que se dieron durante la época de al-Ándalus en la península ibérica, que abarcó desde el siglo VIII hasta finales del XV.

Fletcher explicó que en el centro trabajan inspirados en esa época, donde coexistían cristianos, judíos y musulmanes en una sola sociedad.

“Eso es lo que representa este centro aquí, donde cualquiera puede entrar, dialogar y conocerse y eventualmente entender el islám basado en sus fuentes y no en interpretaciones geopolíticas u otras que conllevan a un desvío que desafortunadamente existe”, aseveró.