Las teorías conspirativas, los grupos supremacistas y el apoyo de evangélicos al Trumpismo continuará

Kleibeel Marcano / Reporte Hispano

El fin de la presidencia de Donald Trump no implica que las divisiones creadas en base a mentiras, desinformación y apoyo a grupos extremistas durante sus cuatro años de gobierno desaparecieron de la escena nacional. Supremacistas blancos, grupos de teorías conspirativas como QAnon, y evangélicos que creen que Donald Trump es el “ungido” de Dios continuarán en la escena política de la nación, afirmaron varios analistas durante una teleconferencia de prensa organizada por Ethnic Media Services (EMS).

Dentro de los seguidores del grupo de teorías conspirativas QAnon, muchos han señalado en las redes sociales sus desilusión ante el inicio del gobierno de Joe Biden, afirmó Meili Criezis, analista del Laboratorio de Innovación en Investigación de Polarización y Extremismo (PERIL) de la American University en Washington. El grupo creía que Trump efectivamente había ganado las elecciones y que el 6 de enero, fecha del asalto al Congreso, era el inicio que marcaba la llegada de “la tormenta”.

Criezis explica que los seguidores de Qanon tienen dos creencias básicas: el mundo está controlado por una élite pedofilia perteneciente a una cábala satánica (Deep State) y; estas personas serán expuestas al público y ejecutadas cuando llegue “La Tormenta” (el desenlace). Seguidores de QAnon creían que Trump era el encargado de ejecutar “El Plan” de lucha contra el “Deep State” y a través de sus discursos y Tweets les enviaba pistas e información subliminal sobre la aproximación de “La Tormenta”.

Pero con la juramentación de Biden muchos han perdido la confianza en “El Plan” y cuestionan el tiempo y el esfuerzo que han puestos para creer en estas teorías.

No obstante, Criezis señala que otros sin embargo han reforzado sus creencias y elaborado nuevas teorías conspirativas que los mantienen alejados de la realidad.

Ante la reciente censura impuesta por las principales compañías de redes sociales, como Facebook y Twitter a los mensajes relacionados con Qanon, muchos de los seguidores han emigrado a otras redes sociales, como Telegram, para continuar la desimanación de sus creencias.


En opinión de la analista, los líderes del Partido Republicano, en cuya base electoral se centra la mayoría de los seguidores de QAnon, deben unirse para denunciar la desinformación y mentiras de QAnon, y señalar el daño que estas teorías le hace al partido y al país.

SUPREMACISTAS INTENTAN GANAR ADEPTOS

Colin P. Clarke, Profesor asistente en el Instituto Carnegie Mellon de Política y Estrategia e investigador senior en el Centro Soufan, explicó durante la teleconferencia de EMS que los grupos de ultraderecha no son monolíticos. Su unidad se basa más en las cosas  en que están en contra que por las causas que apoyan. La ultraderecha es un término amplio que encierra a grupos formales, como Proud Boys, The Gatekeeper, III Percent, neonazis y otros grupos desintegrados y de redes sociales como QAnon y cristianos evangélicos. Dentro de la ultraderecha, los supremacistas han sido los más violentos y peligrosos. 

Clarke señala que los supremacistas consideraban a Trump como uno de sus aliados que trabajaba para lograr el Rahowa (la guerra santa racial) e imponer su gobierno en un estado de gente blanca. Para ellos, la única vía para lograr esto es a través de la destrucción del actual sistema, atacando al gobierno y colapsando la economía.

El profesor afirma que los supremacistas consideraban que la “patética e inepta” respuesta de Trump a la pandemia del Covid-19 era intencional, una manera de usar la crisis de salud para destruir el sistema.

Ante el término del gobierno de Trump, los grupos supremacistas ahora han comenzado a desmarcase del expresidente a quien califican en las redes sociales de “débil” y de traicionarlos al retraerse de su inicial apoyo al asalto al congreso. 

Estos grupos están aprovechando la desilusión que ha dejado el presidente entre sus seguidores para tratar de reclutar nuevos miembros que sean fáciles de adoctrinar y radicalizarlos en sus creencias supremacistas.

Clarke advierte que los supremacistas son una amenaza para la nación por el uso de la violencia y el terrorismo. Esto grupos de alcance internacional buscan emular las tácticas de operaciones de los yihadistas islámicos y actualmente tiene su centro de apoyo y entrenamiento internacional en Ucrania, cuyo gobierno les ha dado acojo a cambio de apoyo en el combate a las tropas anexionistas rusas.

El investigador considera necesario que Biden cree la designación de “Terrorismo Doméstico”, considerado como un crimen federal, para otorgarle a las autoridades más herramientas y recursos para combatir este riesgo.

EL UNGIDO DE DIOS

Desde su campaña presidencial en el 2016 Trump ha logrado cautivar a los cristianos evangélicos radicales, quienes se han convencido de que Trump es el “ungido”, “el elegido” de Dios para imponer su doctrina, afirmó Ricardo Corzo Moreno, teólogo especializado en iglesias latinas, y ex presidente del Grupo Multiétnico de la Iglesia Presbiteriana en los Estados Unidos. 

Estos cristianos protestantes, en su mayoría de la doctrina Pentecostés, dan una lectura literal a la Biblia, especialmente la literatura profética y apocalíptica, explica  Corzo. Consideran que la historia está dividida por etapas y actualmente estamos cerca del fin de los tiempos que ocurrirá a través de fuerzas demoníacas que operan a través de instituciones humanas.

Durante su gobierno Trump ha sido el presidente en la historia que más ha impulsado la agenda cristiana de políticas sociales, y abrió las puertas de la presidencia a los radicales evangélicos, como ningún otro presidente. 

La designación  de jueces ultraconservadores en la corte suprema, el rechazo al aborto y a la comunidad LGBTQ , el mover la embajada de Israel a Jerusalén, son algunos de las acciones de Trump que le ayudaron a crear una imagen del “ungido” de Dios dentro de esta comunidad cristiana, para quienes “apoyar a un hombre fuerte va con la lógica de la naturaleza autoritaria de la teología evangélica y su subcultura”, resalta Corzo.

El teólogo sostiene que el apoyo a Trump continuará dentro de los cristianos evangélicos radicales por muchos años más.