Latino se salva de la deportación y tiene un año para pelear su caso 

A las 3:30 de la madrugada del miércoles todos estaban despiertos en la casa de Oscar Bermudes, en Kearny, Condado de Hudson, esperando que él llegara.

Cuando llegó lo recibieron su esposa María Gutiérrez, sus hijos, amigos, y un cartel que decía “Bienvenido a casa de nuevo PapaFrita”, un apodo que le puso su hija mayor Liseth, cuando aún vivían en El Salvador. 

“Me siento mucho menos preocupada por mi papá, gracias a Dios que nuevamente está con nosotros,” dijo Liseth.

Bermudes, detenido por ICE el 4 de junio, recuperó la libertad para pelear en el plazo de un año su proceso de deportación y mantuvo en vilo hasta el último momento a toda su familia.

Lo esperaban la noche del martes, pero el vuelo que lo traía de Buffalo, NY, donde fue liberado, fue postergado a última hora. De manera que decidieron que un amigo lo fuera a recoger por carretera.

Bermudez, detenido en la frontera con Canadá en uno de los vehículos de su empresa, ya se encontraba en Louisiana para ser deportado a El Salvador, pero logró ser liberado y regresado la mañana del martes al Buffalo Federal Detention Facility, debido a que ICE aceptó su petición de remoción de la deportación.

En buena cuenta lo que sucedió según sus familiares y activistas de Cosecha, fue que se reabrió el caso de una orden de deportación que Bermudes tenía desde mucho tiempo atrás, pero por un error administrativo le llegó la documentación de ICE a una dirección equivocada.

María González, esposa del salvadoreño Oscar Bermudes, pasó de la tristeza a la alegría al saber que su esposo recuperó la libertad. En la foto con su hija Liseth Bermudez y su nieta, en una vigilia frente a las oficinas de ICE en Newark.

De manera que su abogado y los activistas movilizaron compañeros y amigos en el estado de Texas, estado donde tenía el proceso, para solicitar la remoción, tal como finalmente ocurrió. 

Su caso no necesitó fianza y tiene un año para demostrar por qué debe quedarse en el país.

La decisión de ICE fue comunicada a la familia el 21 de junio último, la esposa de Bermudes comunicó ese mismo día la noticia, entre muestras de felicidad, durante una vigilia con velas y linternas, frente a las oficinas de ICE en Newark.

Con lágrimas en los ojos, María González, dijo que su esposo no es un delincuente, solo es un trabajador que ha venido a éste país para darle un mejor futuro a su familia.

Los activistas de Cosecha, quienes organizaron las acciones de protesta, recolectaron fondos y buscaron al abogado para el caso, hicieron, en su momento, un llamado a los senadores de Nueva Jersey, Cory Booker  y Robert Menéndez, para que intercedan ante ICE con la finalidad de conseguir una suspensión de la medida y regresar con sus familiares.

Además hicieron un llamado a la comunidad inmigrante para que escriban cartas, correos electrónicos, llamen por teléfono a las oficinas de los senadores mencionados y a los congresista de Nueva Jersey para que aboguen por la libertad de Bermudes.

Ellos mismos no saben cuánto influyeron los políticos en la libertad de Bermudez, pero sí saben que pasaron horas de horas revisando los documentos de su caso hasta que encontraron la falla procesal.