Una artista en medio de la tormenta
Cuando la tormenta Sandy dejó miles de casas y árboles destrozados en las costas de Nueva Jersey la escultora Olga Mercedes Bautista encontró una forma de convertir ese desastre en una advertencia contra la contaminación ambiental.
Sandy le destruyó parte de su casa lo que le produjo una sensación de impotencia que se propuso rebatir. Y lo hizo con la materia prima de los sueños: el arte.
Se dedicó a juntar ramas y troncos de árboles caídos durante la tormenta de aquel 18 de octubre del 2012 y con ellos tejió algunas veces y talló otras una representación artística que plasmó en la instalación “After Sandy”.
Allí las ramas y árboles muertos se transforman y cobran vida: se presentan como testigos sufrientes de un desastre. Todo eso lo convierte en una mirada alerta sobre los estragos de la contaminación ambiental, que se expresó en la fuerza de Sandy, debida, en buena parte, según los especialistas, al calentamiento global.
“Intento generar apreciación y respeto por el balance de la naturaleza” anota Olga. “El uso de materiales encontrados después de Sandy intentan crear una nueva percepción visual al tornar esos elementos en nuevas formas”.
El arte ambiental que Olga representa trabaja otras piezas: ha recogido plásticos usados en diferentes formas, algunos encontrados a las orillas del mar, que al ser expuestos en una galería y sacados de su contexto informan de una denuncia contra el daño irreversible que estos materiales, que son casi imposible reciclarse o eliminarse, causan al medio ambiente.
Reconoce que aún hay gente que niega que exista un problema ambiental en el mundo, “pero hay cada vez más preocupación sobre lo que hay que hacer para parar el desastre ambiental. Vemos que la industria está cambiando, por ejemplo en California ya se obliga a la gente a que ponga paneles solares en sus casas”.
Olga Mercedes es una escultora de origen colombiano, profesora de arte en Perth Amboy High School con maestría en Fine Arts Education por Kean University, entre otros estudios, que actualmente está presentando su “A Restrospective” en la galeria Art Space Gallery 88, en el 46 East Front St, de Keeport, Nj 07735, hasta el 27 de mayo.
Aquí presenta las obras de arte ambiental referidas líneas arriba, además de piezas en bronce, mármol y otros materiales.
Aprendió en el Ecuador a trabajar los telares y muy pronto derivó a la cerámica para adentrarse en el arte precolombino, quizá uno de los más emblemáticos del pasado histórico Latinoamericano.
Aunque ha cultivado diversas disciplinas se considera, sobre todas las cosas, escultora.
“Yo he hecho pintura, pero me considero más escultura. Creo que un artista trata de comunicar un mensaje y para eso trata de buscar el medio más adecuado para expresarse. Yo encontré la escultura como medio, es el medio con el que puedo crear y conectar con la gente,” dice.
Su exposición abrió puertas el 11 de mayo, y ya ha vendido algunas piezas. Cree que esto se debe a que el coleccionista, las galerías y el mercado del arte en general, que antes estaba centralizado en el mundo anglosajón, se está abriendo al artista latinoamericano. “Es una batalla constante del arte latinoamericano en la representación de la gente” anota y finaliza diciendo que el hombre aún tiene más puertas abiertas que la mujer. Aún hay mucho trabajo por delante.