Artista colombiana que usa los pies para pintar expondrá en Union City
Linda Riveros, originaria de Bogotá, Colombia, nació con severas limitaciones, sin manos ni brazos, pero eso no le ha impedido dedicarse a la pintura.
El 12 de agosto, a partir de las 7 de la noche, hará una presentación en el centro “Walter Musto” de Union City, donde pintará frente al público y espera que su ejemplo motive a las personas con discapacidades.
Por el momento es una sorpresa lo que va a pintar, aunque en toda su estancia norteamericana su tema favorito han sido las playas, el mar, las olas.
“Si, suelo ir a las playas de Nueva York” dice. “Por supuesto que se nadar, Comencé a nadar en las piscinas y luego cuando aprendí me fui a nadar al mar. Antes le tenía miedo al mar, logre superar el miedo y aquí estoy”.
Comentó que no suele pintar a la orilla del mar porque el ruido de las olas y la atracción del mar la distrae. “Suelo captar un paisaje y luego llegando a casa lo pinto. Es mejor para mí de esa manera,” anota.
Actualmente ella pertenece a la Fundación Mundial de Pintores con la boca y los pies (VDMFK) de Suiza. La fundación suele vender sus cuadros y reproducciones (ya ha vendido cinco lienzos y decenas de reproducciones a la fecha) y le envía un pequeño estipendio que usa para comprar materiales y algunas cosas básicas para vivir.
Llegó de paseo a los Estados Unidos hace apenas 6 años, con destino a Miami. Al poco tiempo decidió organizarse, con su novio, y establecerse en Nueva York.
Su etapa estadounidense le ha permitido ser prolífica: ya lleva pintados 50 cuadros.
“La verdad nunca me imaginé exponer ni pintar aquí. Solo vine de paseo. Pero así es la vida, nos lleva a donde mejor podemos estar,” dice, Riveros.
En realidad pinta desde los 7 años, gracias a la paciencia y comprensión de sus padres Jorge Riveros y Luz Miriam Ospina, quienes residen en Colombia, y sus familiares que siempre la apoyaron.
“Desde pequeñita mi hermano me enseñó a manejar mis pies. Desde esa época mis pies se convirtieron en mis manos,” recuerda.
Además recibió la ayuda de Teletón-Colombia, organización que ayuda a los niños con discapacidad. Ellos la alentaron, le pusieron en manos de psicólogos que la ayudaron a desenvolverse sola y sin temor.
Hoy lleva una vida independiente y si le preguntan quienes son sus influencias en el mundo de la pintura el primer nombre que brota de sus labios es el del afamado pintor y escultor colombiano, Fernando Botero, creador de lo que se llama el “Boterismo”, cuyos personajes siempre son voluminosos hasta la exageración.
Sin embargo dice que, en último caso “el arte siempre está en la forma de expresar los sentimientos de cada persona. Eso no viene de prestado. Es algo que hay que encontrar dentro de uno mismo”.
No le tiene miedo al futuro, ella no quiere planificar pues todo, sostiene, lo deja en las manos de Dios y sólo se deja guiar por los caminos que Dios le mande.