NY aplaude derogación de inmunidad policial
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, celebró el acuerdo de los legisladores estatales para derogar una polémica ley que daba inmunidad a la Policía y anunció que va a aumentar el presupuesto y el alcance de varios movimientos comunitarios que luchan contra la violencia en la ciudad a través de la mediación, “sin un arma ni una placa”.
El alcalde comenzó su rueda de prensa celebrando la derogación de la sección 50-a de la Ley de Derechos Civiles, que desde 1976 ha evitado que se hagan públicos los registros de investigaciones y acciones tomadas sobre la conducta de los agentes del orden, algo que “impedía la transparencia y apertura” necesarias para “crear confianza entre la Policía y la comunidad”.
“Hemos puesto una primera piedra importante, pero hoy vamos a hablar de soluciones más amplias. La transparencia importa, pero las soluciones vienen de los grupos de base, de la gente”, dijo De Blasio, en referencia a movimientos de mediación y gestión de la violencia cuyo “trabajo de campo” en los vecindarios ayuda a educar a los jóvenes y a “evitar tiroteos”.
Se trata de organizaciones como Cure Violence y Crisis Management System, a las que el Ayuntamiento ha prometido aumentar el presupuesto en 10 millones de dólares y facilitar la incorporación a más barrios, con lo que “estarán activos en los 20 precintos con el nivel de violencia armada más alto de la ciudad”, anunció el regidor.
Representantes de esos grupos comunitarios de mediación destacaron “el grito que se ha oído en toda la nación” para combatir la injusticia racial, arraigada en los “traumas de años de opresión, brutalidad policial y mala educación”, así como la necesidad de que se haga “rendir cuentas a la comunidad, las fuerzas del orden y los funcionarios electos”.
También estuvieron presentes representantes de las agrupaciones negra, latina y asiática en el Ayuntamiento, que señalaron que la inversión “ayudará a las comunidades de color a recuperarse de los traumas gemelos de la pandemia de COVID-19 y la injusticia racial”, porque las organizaciones “desarrollan relaciones personales con los niños, padres, escuelas y congregaciones religiosas”.
Estos cambios en la ciudad se producen tras más de una semana de protestas desencadenadas en todo el país por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco en Minneapolis, que han puesto el foco en el racismo sistémico en Estados Unidos, con reacciones y repercusiones en empresas y gobiernos, que están reconociendo que “las vidas negras importan” (Black Lives Matter).