Trump cambió el sistema de inmigración y apunta a cerrarlo si es reelegido

Kleibéel Marcano / Reporte Hispano

Si bien el presidente Trump no logró construir todo el muro a lo largo de la frontera con México, si ha logrado cambios transcendentes en el sistema de inmigración que han afectado tanto a los inmigrantes indocumentados como a la inmigración legal. “El presidente Trump tiene un control unilateral en materia de inmigración, que lo gestiona con órdenes ejecutivas y sin límites obvios”, afirmó Alex Nowrasteh, analista de políticas de inmigración en el Centro para la Libertad y la Prosperidad Global del Instituto Cato (Cato Institute’s Center for Global Liberty and Prosperity) durante una teleconferencia de Ethnic Media Services (EMS).

Nowrasteh destacó que los canales de inmigración legal han sido prácticamente cerrados por la administración de Trump. 

En el caso de los refugiados, señaló que comparado con el 2016 el número de refugiados admitidos en el año fiscal 2019 se redujo en un 85%, y promete bajar mucho más si Trump es reelegido. 

En el 2016 Estados Unidos admitió 85,000 refugiados, en el año fiscal 2020 (que terminó el pasado 30 de septiembre) se admitieron 11,000 (de 18 mil que se había establecido como límite) y para el próximo año el límite es de 15,000 refugiados, por lo que se espera que el número de personas admitidas no llegue ni a diez mil.

La justificación de la administración para la drástica reducción es el “temor” de que entre los refugiados entren terroristas. No obstante, Nowrasteh indicó que el numero de personas asesinadas en Estados Unidos por terroristas extranjeros que entraron al país como refugiados entre 1975 y el 2017 es tres personas, y esto ocurrió a finales de los años 70. “Comparada con los beneficios de la inmigración, las posibilidades que ocurra un ataque terrorista realizado por estas personas son extremadamente bajas”, resaltó.

En el caso de las personas que buscan asilo, el gobierno de Trump no sólo ha cerrado la frontera sur del país, sino también todo tipo de asistencia a estas personas. Ha implementado innumerables restricciones, entre ellas obligarlos a esperar el proceso en campamentos de refugiados en México, para dificultar el proceso y disuadirlos a que desistan. Además ha presionado al gobierno mexicano para que reduzca el paso de inmigrantes de otros países que intentan llegar a la frontera común con EEUU. 

Trump se ha valido de la pandemia para deportar de inmediato a los inmigrantes que detienen en la frontera.  A través de la Sección 42 de los CDC, utilizada en caso de pandemia o emergencia de seguridad nacional, la administración ha sacado legalmente del territorio a todos los inmigrantes detenidos en la frontera sin que estos tengan derecho a ningún proceso judicial. 

De allí que los números de admitidos en las cárceles de ICE en el año fiscal 2020 se hayan reducido a 177,000 en comparación con los 511,000 en el 2019.

Pero a pesar de la baja tasa de detenciones, se ha incrementado sustancialmente el número de fallecidos en las cárceles de inmigración, resaltó Nowrasteh. Unas 21 personas fallecieron en los centros de detención en el 2020, mientras que en el 2019 murieron 8 personas. La tasa de mortalidad en el 2020 fue 11.8 por cada 100,000 detenidos, siete veces más alta que la del 2019 y la segunda más alta en los registros históricos de ICE. 

Las visas para los trabajadores extranjeros, en su mayoría altamente capacitados, también han sido afectadas. En respuesta a la pandemia del COVID el gobierno cerró todos los programas de visas de trabajo, a excepción de la H-2A para trabajadores agrícolas temporales.  

Se eliminó la visa que permitía a los padres de los trabajadores venir al país ha ayudar en el cuidado de sus nietos y en octubre se  implementaron regulaciones que dificultaron el proceso y aumentaron los costos para las visas H-1B.

La emisión de tarjetas de residencia (Green Card) en la segunda mitad del año fiscal 2020 para las personas que se encuentran fuera del país se redujo en un 92%. “Esta es la reducción más grande que ha habido en la historia del país. Es mayor que el cierre de la frontera con los países europeos en los años 20, que la ocurrida durante la Gran Depresión, y la reducción al principio de la I y II Guerra Mundial”, destacó Nowrasteh.

En cuanto a deportaciones, Trump no ha sido muy exitoso en sus intentos, en comparación con las cifras del primer gobierno de Obama. “Y no es porque no lo ha intentado, ha hecho todo lo posible”, dice Nowrasteh. Esto se debe a que muchos gobernadores y alcaldes de grandes ciudades, a excepción de una pocas en Texas y Florida, no están cooperando con los funcionarios de ICE en sus operativos. “Las ciudades y estados ‘santuario’ es algo que comenzó en respuesta a la política de deportación de Obama y se ha incrementado enormemente durante el gobierno de Trump”, señala.

Agresiva agenda antiimingrante para un segundo periodo 

Durante la actual campaña electoral el tema de inmigración no ha sido resaltado, como ocurrió en el 2016. En opinión de Ali Noorani, presidente y director ejecutivo del Foro Nacional de Inmigración y America is Better, se debe a que el “terrorismo” es sólo visto como importante por un 45% de los electores en comparación con el 70% en el 2016, según cifras del Institute for Public Relations. 

Este año los temas prioritarios para los electores es la pandemia del COVID-19 y la economía.

Noorani señala que debido a las actuales crisis que padece el país, Trump y su equipo de campaña no pudieron promover un “vicioso sentimiento antiinmigrante” como en el 2016. No obstante, consejeros del presidente como Stephen Miller, han señalado a los medios una agresiva agenda antiinmigrante para un posible segundo periodo presidencial de  Trump.    

“Si gana Trump seguiremos viendo recortes en la inmigración legal, ataques a DACA, los beneficiarios del TPS perderían su estatus y una larga lista de cosas para tratar de reducir la inmigración y quitar cualquier derecho que tengan los inmigrantes”, señaló Noorani en la teleconferencia de EMS.

Para el investigador, la intención del presidente de excluir a los inmigrantes del conteo del Censo en la redistribución de los distritos electorales es el primer paso para luego señalar que las protecciones de igualdad para todos contempladas en la  Enmienda 14 no aplican a los inmigrantes indocumentados. 

Defensores deben cambiar la estrategia 

De ganar Biden las elecciones, Noorani considera que se debe crear una amplia coalición entre defensores de los inmigrantes, votantes y legisladores que ven el tema de inmigración como una prioridad para demandar una reforma migratoria. 

La necesidad de esta reforma debe partir no solo de la comunidad inmigrante, sino también de una amplia gama de votantes demócratas, independientes y republicanos.

“Debe enfocarse la inmigración como algo necesario, de amplio consenso, y no como un tema polarizado y partidista”, señala Noorani.

Por su parte, Nowrasteh señala que en un posible gobierno de Biden debe abogarse para que las medidas en materia de inmigración no se queden en simples “ordenes ejecutivas” que pueden ser revocadas por futuros presidentes. “Es necesario reformas de leyes que pasen por el congreso y que limiten el poder del presidente de reducir la inmigración en el futuro”, concluyó.