Las 10 claves del plan de reforma migratoria del presidente Joe Biden

En el primer día de su mandato, el presidente Joe Biden envió al Congreso un proyecto de ley de inmigración que abre la senda para la legalización de más de 11 millones de indocumentados e incrementa los recursos para el control de la frontera y la ayuda a América Central para lidiar con las causas de la migración.

Biden ha prometido, además, una revisión de unas 400 ordenanzas con las cuales, sin legislación, su predecesor Donald Trump restringió el asilo, detuvo a decenas de miles de inmigrantes indocumentados e hizo más complejo y costoso el trámite de visas de residencia legal y la adquisición de la ciudadanía estadounidense.

En un cambio semántico, la propuesta sustituye el término “alien”, cuya traducción literal es extraño, por el de “no ciudadano” en los documentos oficiales del Gobierno.

Tras tomar posesión como nuevo presidente de EE.UU., Joe Biden envió al Congreso una ambiciosa reforma migratoria que incluye una vía para que 11 millones de indocumentados accedan a la ciudadanía, una expansión de la política de asilo y un plan para reforzar la seguridad fronteriza.

Los temas centrales de la propuesta son una senda hacia la ciudadanía para los indocumentados y el fortalecimiento de las protecciones laborales, prioridad de los controles más eficaces en la frontera y la atención a la causas principales de la migración.

Estos son los 10 puntos clave del problema migratorio de Estados Unidos y las propuestas de Biden, según su plan difundido:

1 – Un estatus legal temporario para los indocumentados que hayan ingresado al país antes del 1 de enero de 2021 y tengan una permanencia en el país de por lo menos cinco años, tras lo cual se les otorgará la residencia permanente (tarjeta verde). Tres años más tarde, estos inmigrantes podrán solicitar y obtener la ciudadanía estadounidense.

2 – Otorgamiento inmediato de la residencia legal permanente a los beneficiarios de los programas Acción Diferida (DACA) y Estatus de Protección Temporal (TPS) y posterior opción de ciudadanía.

3 – Una colaboración con los Gobiernos de México, Honduras, El Salvador y Guatemala y la asignación de recursos para atender las causas económicas y sociales que empujan a millones de personas al camino de la migración ilegal con la esperanza de una vida mejor si llegan a Estados Unidos. Esto incluye la creación de centros de procesamiento en América Central para los trámites de quienes busquen refugio.

4 – El mejoramiento de los tribunales de inmigración y la asignación de fondos para programas de orientación legal y asistencia para los menores y los individuos vulnerables para asegurar la resolución justa de sus solicitudes. Este aspecto incluye fondos para los distritos escolares donde reciban educación los niños migrantes que no tienen compañía de adultos.

5 – Suspensión de la medida que llevó a la separación entre 2017 y 2018 de unos 5.000 menores de edad de sus padres y madres migrantes, y un esfuerzo para reunir con sus familias a unos 600 niños y niñas que han permanecido bajo custodia del Gobierno.

6 – La cancelación de la política del Gobierno de Trump -conocida como Protocolo para la Protección de Migrantes (MPP, en inglés)- por la cual decenas de miles de personas que llegaron a la frontera de EE.UU. pidiendo asilo han sido devueltas a México y América Central a la espera de sus trámites de asilo. 

7 – La cancelación de la política de Trump por la cual decenas de miles de migrantes indocumentados han sido detenidos por largos períodos a la espera de que se complete su trámite de deportación.

8 – Cancelación de la regla de “carga pública” bajo la cual las autoridades de inmigración pueden negar la residencia legal permanente a personas que hayan recurrido a programas de asistencia social como cupones de alimentos o subsidios para la vivienda.

9 – En cuanto a la protección de la frontera, Biden ha prometido que abandonará el proyecto de Trump para la construcción de un muro fronterizo y reasignará los recursos para mejorar la operación de los puestos aduaneros y el uso de tecnología y más personal en el combate del contrabando de personas y de drogas.10 – Un incremento sustancial de los recursos humanitarios en la frontera, con apoyo a organizaciones religiosas y no gubernamentales, grupos de ayuda legal e instituciones de asistencia de la salud para atender a los migrantes mientras se completan los trámites de los pedidos de asilo.