¿Indocumentados para atajar la falta de camioneros? Ni rápido ni fácil

Jorge Mederos / EFE News

La patronal de camioneros asegura que se necesita contratar al menos 80.000 camioneros para recomponer la cadena de suministro, pero la solución no pasa por los conductores indocumentados como piden empresas del sector y organizaciones proinmigrantes, avisa un experto.

Grandes empresas de logística como Cowan System ofrecen bonos de hasta 17.000 dólares a los camioneros que firmen contrato, Amazon ha flexibilizado las exigencias para encontrar conductores calificados, y otras le piden al Gobierno que acelere la concesión de visados a los choferes extranjeros con experiencia en vehículos pesados.

El 71 % de las mercaderías se moviliza por camión en Estados Unidos, y los puertos donde se originan las cargas están saturados de contenedores repletos.

“La cadena de suministro se enlentece, todo se complica”, informó la American Trucking Association que reúne a las empresas de camiones. “Tenemos que ser prácticos con las soluciones, y rápidos”, agregó.

Según algunas organizaciones que abogan por la concesión de licencias de conducir a indocumentados, entre los millones que ya viven en el país sin papeles debería haber mucha gente con experiencia en sus países en este sector, y podrían ser una solución.

En la actualidad, 18 estados y el Distrito de Columbia cuentan con leyes que permiten manejar autos sin necesidad de probar el estatus migratorio legal en el país.

Sin embargo, con estas licencias no se pueden manejar camiones o vehículos comerciales, un requisito que no puede ser obviado por los estados, dijo Ernesto Martínez, portavoz de la Secretaría de Estado de Illinois, que emite las licencias de manejo en esa región.

“Por ley federal, ningún estado puede otorgar licencias (de manejo de camiones) a personas que no tengan sus papeles en regla”, dijo el funcionario, quien recordó que la red de transporte carretero y en especial los camiones son considerados posibles blancos terroristas de alto riesgo.

“No es solamente un problema de inmigración, sino de seguridad nacional, y desde el 2012 los controles se fueron endureciendo” para evitar que ninguna persona que no sea ciudadana, o extranjera con residencia o permiso de trabajo, pueda obtener una licencia profesional de manejo (CDL), agregó.

Por eso, la solución debería venir desde Washington, donde se mantiene un bloqueo en todo lo relacionado con temas migratorios.

Mientras tanto, en las escuelas donde se capacita a los conductores profesionales se siguen lineamientos del Departamento de Transporte federal, y el requisito básico para cursar es tener residencia, número de Seguro Social y permiso de trabajo.

Según Martínez, Estados Unidos reconoce la validez de licencias de camioneros de México, que se movilizan entre los dos países dentro del tratado de libre comercio de Norteamérica.

Pero este tratado imposibilita que los jóvenes de origen mexicano amparados por la Acción Diferida (DACA) y viven en los EE.UU. con un estatus provisorio que les permite estudiar y trabajar puedan aspirar a convertirse en camioneros profesionales en este país. 

Sin importar que tengan una licencia no profesional estadounidense, estos jóvenes “están atados” al tratado, donde se establece que los únicos camioneros mexicanos que se reconocen son los que tienen licencias emitidas por el Gobierno del vecino país.

Según lo convenido, “la única posibilidad que tiene un DACA mexicano de lograr una licencia profesional, es viajar a su país y gestionarla allá”, dijo Martínez.

La posibilidad estaría abierta, en cambio, para los “soñadores” de cualquier otro país, como ecuatorianos, argentinos, uruguayos o venezolanos, que a partir de una licencia estatal pueden hacer el curso y llegar a la licencia comercial.

Actualmente, en Estados Unidos hay unos 15,5 millones de camioneros de carga, de los cuales 1,9 millones conducen camiones con remolque. 

La patronal de camioneros estima en 80.000 las vacantes, mientras que para el Buró de Estadísticas Laborales (BLS) se necesitan unos 68.000 conductores más, y se prevé que este déficit alcance los 160.000 en 2028.

Antes de la pandemia, la escasez era de 61.500, que fue creciendo porque los chóferes se retiran, cambian de empleo o deciden quedarse en casa ante las condiciones laborales.En este sentido, Adán Álvarez, del sindicato Teamsters, que representa 1,4 millones de trabajadores en EE.UU. de la industria del transporte y almacenes, explicó que “no hay falta de mano de obra, sino que hay falta de puestos de trabajo de calidad” y criticó que la industria del transporte “ha explotado a los trabajadores por varias décadas”.