“Debemos aprender a vivir con la COVID”

Por: Jenny Manrique – Ethnic Media Services

Expertos aseguran que es incierto saber si pasaremos de una pandemia a una endemia pues nuevas variantes del virus aparecerán. El único escudo por ahora es la vacunación. 

A casi dos años del inicio de la pandemia, la evolución de la COVID-19 y la aparición de nuevas variantes hacen que sea impredecible pronosticar si ésta llegará a niveles endémicos en los que la población pueda convivir con el virus de maneras razonables. Es posible que hayan más mutaciones del mismo y por ahora solo las vacunas y los refuerzos son el real camino para lograr algún nivel de inmunidad en la población. 

Así lo explicaron dos científicos convocados por Ethnic Media Services a una conferencia de prensa el 21 de enero. El Dr. Ben Neuman, virólogo jefe del Complejo de Investigación de Salud Global en la Universidad A&M de Texas y el Dr. Dali Fan, profesor clínico de Ciencias de la Salud de la Universidad de California en Davis, coincidieron en que la variante Omicron posiblemente no será la última y que la población debe continuar con las medidas básicas de protección (tapabocas, distancia y lavado de manos), adicionales a las vacunas. 

“Basados en los datos que tenemos, los refuerzos son la mejor protección contra la variante Omicron”, dijo Fan. Estudios en Israel y Sudáfrica muestran que entre la primera y segunda dosis de Pfizer el nivel de protección disminuyó del 80% al 30% pero que con el refuerzo subió de nuevo al 70%. 

“No está claro hasta el momento si necesitaremos un tercer o cuarto refuerzo, o refuerzos cada seis meses… todavía existe la posibilidad de que lleguemos a algún nivel de inmunidad que dure una cantidad razonable de tiempo”. 

El camino no obstante no será el de la inmunidad de rebaño que países como Inglaterra están buscando: este miércoles el primer ministro británico, Boris Johnson decretó que las mascarillas faciales ya no serán obligatorias en lugares públicos y los pasaportes COVID-19 se eliminarán para grandes eventos . 

“El Reino Unido todavía está persiguiendo la inmunidad colectiva que otros países están descubriendo que es muy difícil de alcanzar para este coronavirus”, explicó Neuman. “Con la cantidad de infección y vacunación en Estados Unidos, deberíamos haber llegado a ese umbral de inmunidad colectiva… pero es muy difícil tener a todas las personas infectadas al mismo tiempo con lo que eso significa para los hospitales; lo más útil es la inmunidad (derivada) de los refuerzos (de vacunas)”. 

Los expertos defendieron las vacunas recordando que los anticuerpos producidos por las infecciones si bien protegen al sistema inmune, “solo lo hacen al 85%” dejando muchas células 

libres para ser afectadas por el virus. Y aunque ha circulado información sobre la levedad de la variante Omicron, frente a la Delta, aclararon que eran datos preliminares: un reciente estudio con 250.000 personas en el Reino Unido concluyó que no hay una diferencia significativa en la gravedad entre ambas variantes. 

“Los centros de testeo están abrumados, no estamos informando los casos de Omicron porque no hay suficientes test, podemos creer en la desaceleración en el número de casos en unos estados, pero aparecerán en otros”, dijo Neuman. En Massachusetts por ejemplo el 100% de los nuevos casos son Omicron y hay seis estados en el país cuyas Unidades de Cuidado Intensivo (UCI) están llenas al 70% de su capacidad con pacientes COVID. 

Si bien en Estados Unidos en un año dado la gripe mata entre 12,000 y 60,000 personas, la tendencia que ha mostrado la COVID-19 es que puede acabar con las vidas de cientos de miles en el mismo periodo, sin mencionar sus afectaciones a largo plazo en el corazón, los pulmones, y otras partes del cuerpo. 

“No es sostenible planear un futuro con más enfermedad”, sostuvo Neuman. “Tenemos que pelear contra el virus hasta que agotemos cada posible oportunidad de deshacernos de él”. 

Fan, quien ha sido voluntario en clínicas de vacunación, recordó también que es importante seguir combatiendo la desinformación donde dos miedos prevalecen: el miedo al virus y el miedo a los efectos secundarios de la vacuna. 

“Debemos aprender a vivir con la COVID, sin importar lo brutal que es”, dijo Fan, y recordó que “no podemos vacunar a los animales” que son reservorios de nuevas variantes y nuevos virus. Destacó que las políticas de salud pública deben encontrar “un balance” ya que es imposible “cerrar del todo una sociedad libre, sea Estados Unidos o cualquier otro país”.